El medio ambiente saludable como un derecho humano

Cada 10 de diciembre se celebra el Día de los Derechos Humanos con el objetivo de conmemorar la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 y, si bien dentro de los múltiples derechos que consagra la Declaración no se encuentra explícitamente el derecho a un medio ambiente saludable, este es esencial para la conservación y el desarrollo tanto para la vida humana como para la preservación de la biodiversidad y de los ecosistemas.

Fueron necesarios años de trabajo y concientización sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente de todos y ha sido recientemente que este esfuerzo ha dado frutos, ya que se ha declarado al medio ambiente saludable como un derecho humano. Requirió persistencia y la redacción de distintos documentos internacionales para lograrlo.  

En una breve mención a lo que ha sido el desarrollo del pensamiento en torno a la cuestión medioambiental y su importancia, mencionamos la conferencia de Naciones Unidas sobre el medio ambiente humano, conocida como Conferencia de Estocolmo, del año 1972, que fue la primera conferencia a nivel mundial en destacar al medio ambiente como un tema trascendente.

La Declaración de Estocolmo sobre el medio ambiente humano, desarrollada del 5 al 16 de junio de 1972 es considerada como el inicio para el tratamiento formal del derecho ambiental. Se tomó en cuenta la importancia de la relación del hombre con la naturaleza al proclamar que:

“El hombre es a la vez obra y artífice del medio que lo rodea, el cual le da el sustento material y le brinda la oportunidad de desarrollarse intelectual, moral, social y espiritualmente. En la larga y tortuosa evolución de la raza humana en este planeta se ha llegado a una etapa en que, gracias a la rápida aceleración de la ciencia y la tecnología, el hombre ha adquirido el poder de transformar, de innumerables maneras y en una escala sin precedentes, cuanto lo rodea. Los dos aspectos del medio humano, el natural y el artificial, son esenciales para el bienestar del hombre y para el goce de los derechos humanos fundamentales, incluso el derecho a la vida misma”.(1)

Se establecieron en la Declaración veintiséis principios en los que se sitúa a la cuestión ambiental entre las preocupaciones internacionales, destacándose el derecho humano a:

• un medio ambiente saludable
• preservar los recursos naturales
• controlar la contaminación
• vincular el desarrollo con la sostenibilidad
• educar en cuestiones ambientales tanto a las generaciones jóvenes como a los adultos

Y se resalta la responsabilidad internacional de no provocar daños al medio ambiente de otros estados.

Posteriormente, la Carta Mundial de la Naturaleza, adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 37/7 del 28 de octubre de 1982, es el primer instrumento internacional en el que se reconoce el valor intrínseco de todas las formas de vida.

La Declaración de Río de Janeiro sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, adoptada en 1992, consagra los principios para la promoción del desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente a nivel global.

Pero como dijimos al principio, no es sino con la Resolución 48/13 aprobada por el Consejo de Derechos Humanos el 8 de octubre de 2021 en la que se “…reconoce el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible como un derecho humano importante para el disfrute de los derechos humanos” y se alienta a los estados a la “… adopción de políticas para el disfrute del derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible, según corresponda, en particular con respecto a la biodiversidad y los ecosistemas”.(2)

La preservación del medio ambiente natural es, en síntesis, una tarea de todos y constituye un derecho que nos permite a su vez gozar de otros derechos.