Al menos dieciocho personas murieron, y aún quedan muchos desaparecidos, en un ataque a un poblado del estado de Katsina, en el norte de Nigeria, realizado por bandidos armados.

El ataque ocurrió este pasado martes, cuando los habitantes del pueblo de Yar Gamji (en su mayoría cristianos) trabajaban en sus campos de cultivo, según detalló el portavoz de la Policía, Gambo Isah.

Los atacantes, aún sin identificar, huyeron tras la matanza a un bosque antes de que los efectivos de la Policía, el Ejército y las Fuerzas Aéreas llegaran a la zona.

La disputa entre pastores fulani y granjeros en el centro de Nigeria causó, en la primera mitad del año pasado, más de 1.300 muertes (la mayoría cristianos), seis veces más que los asesinatos perpetrados ese mismo semestre por el grupo yihadista Boko Haram, según la organización International Crisis Group.

Raíces del conflicto

Los ataques de bandidos armados en Nigeria son frecuentes para robar ganado y arrasar pequeñas comunidades agrícolas, aunque generalmente suceden en los estados centrales del país, donde hay abierto un conflicto armado entre pastores de la etnia fulani (de mayoría musulmana) y los granjeros locales (muchos de ellos, cristianos).

Los fulani, una etnia seminómada que profesa la fe musulmana, usan los campos de cultivo de los agricultores locales como pasto para su ganado, provocando conflictos y discusiones que se acentuaron en 2017, tras una ley que prohibía pastar a campo abierto, lo que irritó a unos fulani que se niegan a ser recluidos en ranchos.

A este factor se suma la degradación del campo por causa del cambio climático y la violencia yihadista en el norte y noreste del país, que ha obligado a los pastores musulmanes a desplazarse hasta el sur, creando graves disputas donde habitan los granjeros cristianos.