Una veintena de hombres armados atacaron este domingo 12 de mayo un templo católico en la provincia de Soum, en el norte de Burkina Faso, provocando la muerte de seis personas.

Luego quemaron la iglesia, las tiendas y un pequeño restaurante antes de ir al centro de salud donde registraron las instalaciones y quemaron el vehículo de la enfermera jefe. “En la ciudad hay un clima de pánico, la gente está encerrada en su casa, no hay actividad, las tiendas están cerradas, es prácticamente una ciudad muerta”, explica el alcalde.

Más de la mitad de los residentes de Burkina Faso son musulmanes, pero los cristianos, representan alrededor del 30 por ciento de la población del país, ubicado en África Occidental.

El ataquees el segundo de su tipo en dos semanas en la misma zona. El anterior se registró la mañana del domingo en la Iglesia Protestante Silgadji, cuando estaba por concluir el servicio religioso dominical, reporto el sitio Afrik News. Asesinaron al pastor de la iglesia, su hijo, y cuatro creyentes más.

Cadena creciente de asesinatos

El atentado se produce dos días después de que el Ejército francés liberó cuatro rehenes retenidos por un grupo armado yihadista no identificado, en una operación en la que murieron dos soldados y cuatro presuntos terroristas.

Desde 2015, Burkina Faso lucha contra grupos yihadistas, que atacan regularmente a clérigos cristianos y musulmanes moderados en el norte del país.

Los ataques, que cada vez son más sangrientos y frecuentes, son atribuidos a dos grupos yihadistas. Uno es Ansarul Islam, el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (GSIM), y el otro el Estado Islámico en la región del Gran Sahara (EIGS).