El cristiano evangélico Viktor Orbán vuelve a ganar en Hungría en unas elecciones en las que la coalición del primer ministro obtiene la mayoría. Con más de 133 escaños, se hace además con los dos tercios de la cámara; suficiente, entre otras cosas, para cambiar la constitución.

Con el 97,03% escrutado, Orbán logra un 53,13% del voto. La lista opositora, por su parte, tendría un 34,96% y el partido de extrema derecha, Movimiento Nuestra Patria, un 6,22%, lo que le permitiría entrar en el parlamento. Viktor Orban, obtiene un quinto mandato, el cuarto consecutivo desde 2010.

Con estos datos, 135 escaños irían a la coalición de Orbán, Fidesz-KDNP, 56 a la coalición opositora, siete a la extrema derecha Movimiento Nuestra Patria y un escaño al partido Autogobierno Nacional de los Alemanes en Hungría, una pequeña formación creada para representar a la comunidad alemana del país.

El único lugar de todo el país donde ha logrado mayoría la alianza de los seis partidos de la oposición ha sido en Budapest, mientras Fidesz se ha impuesto en el resto de regiones de Hungría.

"Hemos conseguido una victoria tan grande que se puede ver desde la luna, pero seguro que también puede verse desde Bruselas", ha dicho Orbán, en un clara denuncia a los socios de la UE y a la Comisión Europea, con quienes ha tenido encontronazos a lo largo de todo su mandato.

Referéndum sobre la Ley de protección de la infancia

Orbán también ha convocado el mismo día un referéndum sobre una ley que el Gobierno impulsó en contra de la pederastia, que incluye prohibir la promoción de la ideología de género entre los menores.

Esta Ley creó una confrontación en torno a la comunidad LGTBI dentro y fuera de Hungría. La aprobación de la ley provocó que la Unión Europea abriera un procedimiento de infracción contra Hungría, al considerarla “homófoba, discriminatoria y contraria a los valores comunitarios”.

El resultado del referéndum es según las encuestas favorable a Orbán. Para que sea válido se exige una participación mínima del 50 %; aunque su invalidez no significaría que la ley -ya en vigor- se deje de aplicar.

A favor de la familia tradicional

Los votantes del partido gobernante Fidesz ven muchas cosas positivas sobre Orbán. Sacó al país de una crisis financiera. El desempleo está en su punto más bajo y ha fomentado la ayuda a las familias logrando un incremento de la natalidad que es la envidia de Europa. También ha fomentado el patriotismo húngaro.

Por otro lado, la constitución húngara ahora establece que el padre es un hombre y la madre es una mujer, para posicionarse frente al concepto cambiante de género en el resto de la Unión Europea.

En Hungría son posibles otras formas de familia, en forma de unión registrada, pero el gobierno considera que su tarea es proteger a la familia tradicional.

“Se trata del derecho de los niños y de los padres”, dijo Orbán en respuesta a las acusaciones de LGTBIfobia. Un cristiano convencido que defiende la cultura y valores de su fe.

La guerra en Ucrania

Finalmente, se ha acusado a Orbán de trabajar apoyando al presidente ruso Putin.

Sin embargo, Hungría ha condenado el ataque a Ucrania, aunque se niega a participar en el boicot energético a Rusia. Y aunque se le acusa de una postura férrea en contra de la inmigración ilegal, Hungría está acogiendo a los refugiados ucranianos (más de 350.000 personas).