Internet favorece el intercambio de contenido cristiano en China

El gobierno chino está invirtiendo fuertemente en tecnología como una forma de controlar las actividades de más de 90 millones de cristianos en el país. Una de las formas de identificar a quienes asisten a una iglesia cristiana es imponer la instalación de cámaras en los templos, por lo que es posible hacer un reconocimiento facial de los miembros.

Sin embargo, según Josh (nombre ficticio por su seguridad) un colaborador local de la organización Puertas Abiertas, la tecnología también puede verse como un aliado de los seguidores de Jesús en el país.

Aunque la población está sujeta al “Gran Firewall de China”, que bloquea el acceso a muchos sitios internacionales de literatura y música cristiana, algunos contenidos sobre Jesús en el idioma local sí pueden ser propagados. Desde marzo de 2018, la venta de Biblias impresas se ha eliminado de las tiendas en línea, pero aún es posible acceder al mensaje de salvación a través de sitios web o aplicaciones.

Con el monitoreo a los ciudadanos chinos, las personas no pueden mantener contacto con otros cristianos en la iglesia como les gustaría. Entonces, la única forma de encontrarse es compartiendo testimonios, sermones, versículos bíblicos y canciones de adoración a través de internet.

El impacto de la distribución de material es impresionante. “Aunque no es tan personal como la iglesia local, los cristianos saben a dónde ir para encontrar aliento, enseñanza bíblica y testimonio de la obra de Dios en toda China. La comunicación por medio de dispositivos digitales ha sostenido a la última generación de discípulos hambrientos por Dios”, testifica Josh.

Este informante chino recuerda que, en las últimas décadas, el 70% de la población china vivía en aldeas rurales. En ese momento, el evangelio se extendía de persona a persona, los pastores eran itinerantes y caminaban largos períodos para hablar de Cristo.

“Hoy los jóvenes son mucho más educados y tienen conocimientos de informática, por lo que el Evangelio se comparte digitalmente, así como a través de relaciones personales, y el número de cristianos continúa creciendo”, celebra Josh.