El discurso del presidente brasileño Jair Bolsonaro en la pasada ceremonia de apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas fue uno de los más largos de los 147 que ha pronunciado hasta la fecha y de los que ha tenido una mayor repercusión a nivel nacional y mundial.

Con la ayuda de académicos, la agencia de noticias O Globo de Brasil hizo un análisis de los discursos del mandatario. El estudio concluye que el discurso oficial de Bolsonaro gira en torno a más o menos las mismas palabras e ideas, muchas de ellas utilizadas durante su campaña y dirigidas a su base electoral, pero también a un mundo conservador que ha ido creciendo.

En palabras del filósofo Eduardo Jardim, citado por O Globo: “es necesario estudiar estos discursos y, especialmente el de la ONU, con los ojos abiertos y sin prejuicios”.

“Es algo reactivo contra lo global y favorable a valores como la familia y la religión. Y hay una audiencia para eso, dentro y fuera de Brasil”, reflexiona el filósofo.

En total, las 147 intervenciones del mandatario desde el 1 de enero suman diez horas y 47 minutos. Un promedio de 4,27 minutos por día. O Globo utilizó las transcripciones disponibles en el sitio web de la Presidencia de la República de Brasil.

“Brasil” y “Dios” palabras favoritas de Bolsonaro

En el análisis cuantitativo, algunos elementos llaman la atención y muestran hacia dónde va el pensamiento del presidente. Las palabras más presentes en sus discursos no son sorprendentes: “Brasil” (1.079 veces) y “Dios” (360 veces).

El mandatario también hace referencia a menudo a “Israel” (126 veces), a la “familia” (98 veces) y habla más de la “izquierda” (33 veces) que de la “derecha” (10 veces).

El profesor Daniel Damasio, doctor en Derecho por la Universidad de la Sorbona, reflexiona para O Globo que el gran número de citas a Israel tiene en cuenta gran parte de la personalidad del presidente, que está cerca de los que piensan como él, de aquellos con los que tiene identidad ideológica.

La agencia de noticias brasileña concluye que sean leídos, sean improvisados, los discursos de Bolsonaro también reflejan el recuerdo de una tragedia cercana: la puñalada que recibió en Juiz de Fora (estado de Minas Gerais) durante la campaña. En la mayoría de las referencias que hace a Dios, cita el ataque y el agradecimiento a Él por haber logrado llegar a la Presidencia.