Brasil registró entre enero y las tres primeras semanas de agosto 71.497 focos de incendio, según datos oficiales. El número de focos de fuego en lo que va de este año es superior al del mismo período de 2018, según lo divulgado por el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), que contabiliza los incendios con la ayuda de imágenes de satélite.

Según el sitio de la NASA Earth Observatory “al 16 de agosto de 2019, las observaciones de los satélites indicaban que la actividad total de incendios en la cuenca del Amazonas estaba ligeramente por debajo del promedio en comparación con los últimos 15 años. Aunque la actividad ha estado por encima de la media en Amazonas y, en menor medida, en Rondônia, ha estado por debajo de la media en Mato Grosso y Pará, según la Base de Datos Global de Emisiones de Incendios”.

Todos los años las noticias acerca de los incendios en la Amazonía causan preocupación. Sin embargo, este año el tema se ha politizado causando aún mayor controversia.

Los grandes medios de comunicación publican imágenes catastróficas de los incendios en Brasil, mientras que los opositores al Gobierno brasileño de Jair Bolsonaro lo culpan pues dicen que ha fomentado a madereros y ganaderos a la quema ilegal de terrenos para sus actividades.

Por su parte Bolsonaro se sacude de las acusaciones. El portavoz del Gobierno de Brasil, Otávio Rêgo Barros, afirmó este miércoles que las denuncias señalan a que los incendios pueden haber sido causados como reacción a la suspensión de transferencias a ONGs que operan en Brasil.

“El presidente ha señalado que muchas de ellas (ONGs) sirven a intereses extranjeros que codician la riqueza natural que existe en el territorio brasileño. Algunas de ellas viven exclusivamente del apoyo financiero extranjero, que en la actualidad, debido a las acciones del gobierno brasileño, se han visto frenadas por malas gestiones”, afirmó Rêgo Barros.

La extensión de los incendios en la región ha obligado a algunos estados amazónicos a declarar situación de emergencia o alerta ambiental debido a que la humareda multiplica las enfermedades respiratorias y afecta hasta el tránsito aéreo.

El pasado lunes parte de los estados de Mato Grosso do Sul y Paraná, así como Sao Paulo, la mayor ciudad del país, fueron afectados por la extensión de una intensa humareda procedente de los incendios y que prácticamente acortó el día debido al oscurecimiento prematuro.

Imágenes engañosas

A raíz de los incendios que afectan la selva amazónica, muchas imágenes se viralizaron como correspondiendo a este evento. Sin embargo, un equipo de verificación encontró que en su gran mayoría son antiguas o ni siquiera fueron tomadas en Brasil.

La imagen de un mono abrazando a su cría, aparentemente muerta, ha sido una de las más virales. Sin embargo, fue tomada en 2017 por el fotógrafo indio Avinash Lodhi en Jabalpur, India. El reportero gráfico indicó a The Telegraph que en realidad la cría solo se había tropezado.

Otra foto muestra a un animal que parece ser un zorro por un camino de tierra, huyendo del fuego. Fue tomada en septiembre de 2011 por el reportero gráfico Silva Junior, de Folha de S.Paulo, durante la cobertura sobre los incendios ocurridos en Ribeirão Preto, Sao Paulo.

Una imagen en la que se ve un bosque totalmente quemado salvo por un árbol sí es de la Amazonia. Pero fue tomada el 4 de agosto de 2017 (B) por el fotógrafo de la agencia Reuters Bruno Kelly, durante la “Operación Ola Verde”, una quema controlada llevada a cabo por el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama).

La imagen de un bosque en llamas tampoco corresponde a los incendios de la Amazonia. De hecho fue tomada por el fotógrafo John McColgan el 6 de agosto de 2000 durante un incendio en Montana, Estados Unidos. Ocurrió en la zona del río Bitterroot y a McColgan le llamaron la atención dos alces que corrían para resguardarse del fuego.

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