Se agudiza crisis sociopolítica en Honduras

Desde la última semana de abril, Honduras ha vivido intensas jornadas de protestas de estudiantes, médicos y docentes, que se han tomado, principalmente, las calles de Tegucigalpa.

Las protestas se originaron en rechazo a dos decretos ejecutivos que pretendían reformas a los sistemas de salud y educación.

Según un pronunciamiento público del Colegio Médico, los decretos pretendían “la descentralización y la privatización del derecho a la salud y la educación, así como la pérdida de la estabilidad laboral de los trabajadores de estos sectores”.

El Gobierno derogó los polémicos decretos que dieron origen a las manifestaciones, pero eso no detuvo las protestas. Los manifestantes que, según medios locales, se cifran en más de 10.000, han protestado en diversas oportunidades en las calles hondureñas.

Según comentó a Evangélico Digital el pastor Roy Santos del ministerio Manantial de la MIES de San Pedro Sula, en medio de las manifestaciones “se aprovechó el Partido Socialista, acompañado de gente musulmana, para infiltrar dentro de toda esta huelga a personas que causaban caos”. Santos agrega que estos manifestantes “quemaban edificios quemaron más de 70 vagones que iban cargados para la exportación, edificios públicos, vehículos, hirieron personas, a policías”.

En medio de todo este caos la Confraternidad Evangélica de Honduras emitió un pronunciamiento al diálogo llamando a las partes en conflicto “a fin de dialogar para resolver en favor del pueblo hondureño”.

La agrupación evangélica pidió “que las partes dejen totalmente cualquier interés personal o mezquino y en su lugar pensar en el bien común evidenciando de manera transparente que beneficiarán al pueblo hondureño”.

Además, la Confraternidad Evangélica de Honduras motivó a “que la ciudadanía sea guiada al orden, no permitiendo que el país se desborde en violencia ni destrucción, sino manteniendo el respeto de todos”.

A finales de mayo también hubo choques con la policía en diversas partes de Tegucigalpa. El momento más tenso se vivió cuando las manifestaciones se concentraron en las afueras del Aeropuerto Internacional Toncontín de la capital hondureña, el pasado jueves 30 de mayo.

Mientras se desarrollaban las manifestaciones, el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, dijo que las protestas tenían “un propósito perverso e inmoral”.

El pastor Santos comentó que el expresidente socialista Manuel Zelaya ha salido en estos días a la luz pública “dando a conocer que en verdad estuvo metido en este tema y que está llamando a sus bases de violencia - ellos le llaman los grupos de insurrección - dicen tener más de 15.000 grupos de insurrección para poner caos en el país”.

Santos agrega que “algunas personas que son empresarios de izquierda están invirtiendo millones para pagarle a toda esta gente que son delincuentes, mareros y también gente del crímen organizado para poder buscar un desorden”.

Las protestas contra Hernández no son nuevas, las ha tenido durante su Gobierno, que comenzó en 2014, pero se intensificaron en 2017, cuando resultó reelecto para un nuevo mandato, luego que en 2016 se hicieran polémicos cambios a la Constitución para legalizar la figura de reelección presidencial.

Los resultados de los comicios de noviembre de 2017 fueron denunciados como “fraudulentos” por parte de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, que presentó a Salvador Nasralla como candidato. Hernández ganó esa elección con un margen muy estrecho.