Un joven pastor cristiano recibió cinco disparos cuando salía de su iglesia. Se trata del tercer asesinato selectivo de un líder cristiano en cinco meses, según denuncia La Voz de los Mártires.

A sus 24 años, el pastor Leider Molina era conocido por su pasión y entusiasmo. Servía activamente a su comunidad e iglesia en Caucasia, un pueblo ubicado aproximadamente a 268 kilómetros al norte de Medellín, la segunda ciudad más grande de Colombia y el centro de tráfico de drogas más conocido.

El pastor Molina no es el primer líder cristiano elegido como blanco por la violencia. Dos pastores fueron asesinados en septiembre de 2018. El acuerdo de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC, parece ofrecerles poca protección.

“Hay algunos elementos del proceso de paz que han funcionado”, señala Greg Musselman de La Voz de los Mártires, “pero cuando se considera que estos guerrilleros de las FARC han estado involucrados en esto durante muchos años... se entiende que se niegan a acatar el proceso de paz”.

“Son un grupo comunista que trata de traer igualdad al pueblo, pero usan medios muy violentos e ilegales para hacerlo”, agregó Musselman.

Asesinatos selectivos y la comunidad cristiana

Un profundo artículo publicado en 2018 por los investigadores Fabio Andrés Díaz y Magda Jiménez destaca la tendencia de los asesinatos selectivos en comunidades rurales. Si bien el artículo no hace referencia específica a líderes cristianos, éstos podrían incluirse en términos generales bajo la sombrilla de “líderes sociales” y “organizadores comunitarios” que menciona la publicación.

Como señala la organización Puertas Abiertas en su más reciente informe sobre Colombia:

“Los líderes de iglesia a menudo son la única forma de autoridad presente en un área; al ser los primeros en rechazar la presencia de estos grupos criminales, a menudo se convierten en los primeros en ser amenazados por ellos”.

Los grupos armados ven a los líderes cristianos como obstáculos, explica Musselman. “Los pastores predican a sus jóvenes diciéndoles: ‘no se unan a estos grupos. Son peligrosos. Van en contra de las enseñanzas de la Biblia’”, explica.

“Cuando un pastor es asesinado”, Musselman continúa, “las congregaciones tienden a separarse o fortalecerse, dependiendo de lo que se les haya enseñado. Oremos para que el Señor fortalezca a los creyentes y los ayude a mantenerse unidos ante la persecución”.

Los cristianos son el blanco porque su obediencia a la Palabra de Dios no les permite unirse a las facciones violentas en sus áreas. Para poder congregarse o incluso viajar, los cristianos en las zonas rojas deben tener permiso de cualquier grupo que esté a cargo, afirma La Voz de los Mártires en su página web.