En Brasil hay dos candidatos presidenciales evangélicos, pero ocupan dos extremos

Pese al gran crecimiento numérico de los evangélicos, su falta de unidad por un propósito común cobra un alto precio en los rumbos de la nación.

Jarbas Aragao

Brasil · 19 DE SEPTIEMBRE DE 2018 · 00:45

Por las proyecciones actuales, ni Marina ni Daciolo llegarán a la segunda vuelta.,Brasil
Por las proyecciones actuales, ni Marina ni Daciolo llegarán a la segunda vuelta.

Por primera vez en la historia de Brasil, dos candidatos a la presidencia se presentan como evangélicos: Marina Silva y Cabo Daciolo. Curiosamente no son señalados como los predilectos por los electores de ese segmento, que ya reúne casi el 30% de la población.

En general, quien lidera la carrera es el católico Jair Bolsonaro, que tiene el 33% de los votos. Sin embargo, Bolsonaro después de sufrir una puñalada durante un acto público, se encuentra en recuperación en un hospital de Sao Paulo. Para los analistas, su presencia en la segunda vuelta está garantizada y deberá ser contra un representante de la izquierda.

Según el Instituto de Investigaciones Ibope, entre los votantes evangélicos, Bolsonaro mantiene la mayoría de las intenciones de voto, Silva tiene un 10% y Daciolo menos del 3%. Los motivos para ello son varios, pero el aspecto más destacado es la postura pública de los candidatos.

 

Marina Silva: la socialista ex ministra de Lula que coquetea con LGBT

A los 60 años, concurre por tercera vez, por tercer partido diferente Marina Silva, quien tiene su base política en el Partido de los Trabajadores, por el que llegó a ser senadora representando el estado amazónico de Acre. La ex ministra de Lula da Silva, fundó la Red Sustentabilidad, que mantiene ideas socialistas.

Nombrada misionera por las Asambleas de Dios, al ser preguntada sobre su fe, Marina ya dijo que no quería “usar el púlpito como palanca electoral”. En asuntos morales, prefirió dar respuestas evasivas. Sobre el aborto y legalización de las drogas, sugiere que se haga un “plebiscito nacional”, aunque afirma estar personalmente en contra. Al mismo tiempo, su plan de gobierno tiene pautas LGBT, lo que le causa gran rechazo del electorado conservador, que es mayoría en el país.

 

Cabo Daciolo: el pentecostal radicalmente conservador que empuña su Biblia

Por otro lado, Daciolo, que obtuvo el grado de “cabo” del Cuerpo de Bomberos de Río de Janeiro, es un cristiano pentecostal que subió para discurrir en el Congreso Nacional muchas veces empuñando su Biblia. El diputado federal de 42 años repitió el gesto en los debates de la televisión, algo inédito en la democracia brasileña.

Su estrategia de campaña fue a subir a un monte y permanecer allí en ayuno y oración. Él no ha hecho comicios como los demás y afirma estar siguiendo una estrategia divina. “No soy un político, soy un enviado de Dios”, afirma en su Instagram. El candidato del partido Patriota, de perfil conservador, hizo una opción preferencial por las redes sociales. Son comunes sus vídeos transmitidos por Facebook donde cita fragmentos de las Escrituras y denuncia las fuerzas ocultas en acción en la política brasileña, sobre todo la masonería.

Cuando habla sobre sus propuestas, se declara contra el aborto, pautas LGBT y legalización de las drogas. También ha anunciado que, si es elegido, proclamará la primera semana como tiempo de “adorar y buscar a Dios como nación”.

 

Por las proyecciones actuales, ni Marina ni Daciolo llegarán a la segunda vuelta, pero para los brasileños la presencia de dos candidatos evangélicos sirvió para acrecentar la fragmentación de la Iglesia brasileña. Hay muchos pastores influyentes pidiendo votos por sus candidatos predilectos, algunos apoyan incluso a presidenciables socialistas, que no tienen compromiso real con las pautas cristianas. Así como en otros países latinos, a pesar del gran crecimiento numérico de los evangélicos, su falta de unidad por un propósito común cobra un alto precio en los rumbos de la nación.

 

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