Congreso ecuatoriano aprueba aborto en casos de violación

El Congreso del Ecuador ratificó la ley que autoriza el aborto en casos de violación en lo que significa un nuevo golpe al movimiento provida de Iberoamérica. De esta forma la Asamblea ecuatoriana norma la decisión ya tomada por la Corte Constitucional que en abril del año pasado despenalizó el aborto en los embarazos producto de una violación.

Este jueves 75 legisladores votaron a favor del aborto y 41 lo hicieron en contra, 14 de ellos se abstuvieron.

La nueva reglamentación permite el aborto hasta las 12 semanas en el caso de mujeres mayores de edad en zonas urbanas, y hasta las 16 semanas las menores de edad o mujeres de sectores rurales.

La asambleísta Sofía Espín, quien no apoya el aborto, manifestó que ésta ha sido la ley del regateo. “Nos apena lo que hemos vivido con este proyecto de ley”.

La nueva ley debe ser enviada al ejecutivo para recibir observaciones o el veto del presidente Guillermo Lasso. El mandatario se ha definido como defensor de la vida desde la gestación, aunque en campaña ofreció respetar las decisiones de quienes no coinciden con su pensamiento.

En Ecuador el aborto por otras causas es castigado con penas de cinco a siete años de cárcel para las madres y con uno a tres años para quien les ayude a practicarlo.

Grupos provida ecuatorianos se han opuesto de manera radical al proyecto de ley aduciendo que la vida debe respetarse desde la concepción. Han llevado a cabo manifestaciones y marchas con decenas y miles de participantes vestidos de blanco en defensa de los no nacidos.

Uno de los integrantes de grupos provida, Jaime Pallares, afirmó a la agencia AP que es lamentable que la Asamblea haya dado paso a un proyecto de ley que despenaliza el aborto por violación sin dar alternativas humanas para la mujer y el niño en camino “como la adopción, entonces es un proyecto que no permite proteger la vida del niño por nacer, y solo contempla el derecho de la mujer decidir sobre su cuerpo”.

“Yo soy adoptado, a mí dejaron vivir. No sé si soy producto de un gran amor o de una violación, o incesto, y hoy tengo una vida feliz y productiva, entonces pregunto a los asambleístas por qué deciden sobre la vida de otros. Les pregunto si mi vida no merece ser vivida”, manifestó.