Organizaciones evangélicas provida y familia apuntan a la ONU

Luego de su exitosa participación en la reciente Asamblea General de la OEA, organizaciones evangélicas provida y familia se trazan objetivos más ambiciosos. Aarón Lara, presidente del Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia, aseguró a Evangélico Digital que ahora ponen la mira en organismos mundiales como las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial de la Salud y la UNESCO.

Lara asegura que a cada una de esas instancias llevarán su mensaje de oposición a la ideología de género y a la agenda progresista. La estrategia va dirigida a penetrar con su misión en áreas de influencia, política, economía, ciencia y cultura. La experiencia obtenida en la OEA les sirve de referencia y aprendizaje.

“Tenemos que ir a las tres instancias que son las principales generadoras de las políticas públicas internacionales que han favorecido al lobby LGBT” el FMI, la OMS y la UNESCO.

Pero antes de llevar su posición ante estos organismos, estos líderes evangélicos saben que necesitan entrenarse cual equipo de fútbol antes de ir al Mundial. La profesionalización es el primer paso a seguir de acuerdo con el líder provida.

La participación en la OEA “es nuestra primera experiencia como organizaciones evangélicas formalmente estructuradas de manera orgánica. Es un gran paso, pero debemos por supuesto profesionalizarnos. Todos los que asistieron tienen ya tareas que desarrollar. La primera es estudiar las resoluciones tal y como se aprobaron y luego cuando las comisiones permanentes elaboren y hagan las resoluciones para el año entrante estaremos también remitiéndoselas a estos grupos para que las conozcan y se preparen. Así cuando lleguemos a la próxima asamblea tendremos la información claramente entendida”.

Lara asegura que éste debe ser un esfuerzo unido. “Organizaciones como (la Alianza Evangélica Latina) AEL y otras más, tenemos que reconocer que esto es algo que debemos hacer juntos. Debemos bajar nuestras banderas y humildemente decir que estamos aquí para servir al Señor, en un mismo espíritu, una misma mente y en un mismo parecer. Hago un llamado humilde, pero sincero para que trabajemos juntos porque la escritura dice cuando seamos uno el mundo creerá. No es el tiempo para protagonismos, no es el tiempo para buscar nuestras coronas ni nuestra honra es el tiempo de ser humildes, para lograr que el Señor en su misericordia transforme nuestras naciones”.