Trump es el nuevo presidente de EE.UU. con mayoría republicana en el Senado

La agencia Associated Press, la más fiable a la hora de proclamar los resultados, ha confirmado oficialmente la victoria de Donald Trump en el Estado bisagra de Pensilvania con el 51% de los votos frente al 48,1% de su rival, la candidata demócrata Kamala Harris, lo que priva a esta definitivamente de alcanzar la presidencia de EE UU. 

Así, con todas las urnas cerradas y finalizando el proceso de recuento, Trump es el virtual ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Para ser ganador es necesario alcanzar al menos 270 delegados, de los 538 posibles.

Ha sido un triunfo claro, abrumador, total del líder republicano, que anoche logró no sólo una victoria, sino luz verde y manos libres para cambiar Estados Unidos de arriba abajo. Los republicanos no sólo controlarán la Casa Blanca, tras lograr además el voto popular, sino que han recuperado el control del Senado y acarician el de la Cámara de Representantes, lo que se une a una mayoría conservadora en el Tribunal Supremo

Los republicanos presumiblemente ganarán el control del Senado, una victoria para el partido que ha estado excluido de la mayoría en esa cámara desde 2021. En cuanto a la Cámara de Representantes, los republicanos defienden una mayoría estrecha y podría pasar una semana o más antes de que se determine oficialmente quiénes son los que tienen el control. 

Ante unos fieles exultantes, Trump ha declarado al conocer su victoria: "Esto es muy grande. Un movimiento como no se había visto antes. El movimiento político más grande de todos los tiempos, que va a llegar a niveles nunca vistos. Vamos a sanar nuestro país. No descansaré hasta tener una América próspera y segura. Va a ser la era dorada de América".

El resultado de este 5 de noviembre es transformador para el país y la sociedad norteamericana y trascendental para el resto del planeta. Para China, Oriente Próximo, para la Unión Europea, para una OTAN que tiembla, para Ucrania, cuyo futuro pinta desde ahora mucho más negro.

Para Vladimir Putin, Viktor Orban y toda la derecha iliberal del planeta, esta victoria inapelable da alas en un momento en el que el planeta está patas arriba. No sólo se ha impuesto un político, sino una cosmovisión, una forma de entender la política y las relaciones internacionales; y la economía.