Este domingo tras el tiroteo que cobró varias víctimas en un centro comercial en la ciudad de Allen, Texas, la iglesia Cottonwood Creek celebró un servicio comunitario de oración para las familias de las víctimas y aquellos afectados por la tragedia.

El servicio atrajo a cientos de residentes, policías y funcionarios de gobierno, incluido el gobernador del estado, Greg Abbott. La fuerte presencia policial era visible desde la autopista de peaje, mientras una fila de automóviles se extendía más de media milla conforme las multitudes llegaban al estacionamiento de la iglesia.

Varios oradores subieron al escenario para ofrecer oraciones de esperanza, consuelo y amor, pero no antes de que la multitud se pusiera de pie en una ovación para todos los socorristas que acudieron a la caótica escena en el centro comercial donde ocurrió el tiroteo. El alcalde de Allen, Ken Fulk, dijo que, aunque el suceso sigue siendo una “investigación en curso”, instaba a los asistentes a orar por la ciudad de Allen.

“Estamos orgullosos de llamar hogar a Allen”, dijo Fulk. “Allen está lleno de ciudadanos amables y compasivos. Estamos en estado de shock y todos estamos de duelo juntos”.

Graema Golding, líder de la Iglesia Cottonwood Creek, pidió a los presentes que oraran por la sabiduría de los funcionarios de la ciudad en los días y semanas venideros. Previo a ello, leyó el pasaje de 2 Corintios 1:3-4 que habla del "Dios de toda consolación". Asimismo, instó a la comunidad de Allen a compartir este mensaje con aquellos que puedan estar sufriendo.

El pastor principal de la iglesia, John Mark Caton, habló de la dificultad de tratar de proporcionar un "texto en caso de prueba" o un versículo bíblico solitario que traería sanidad y consuelo inmediatos.

“Creo que cada uno de nosotros anhela en su corazón un lugar mejor, anhelamos una comunidad mejor, anhelamos mejores niños, anhelamos mejores familias”, dijo, señalando el camino actual de la humanidad desde el primer asesinato en Génesis 4 a la esperanza de un Cielo nuevo y una Tierra nueva al final del libro de Apocalipsis.

La eterna polémica por las armas en EEUU

El tiroteo del centro comercial en Allen se produjo en un momento en que los casos de violencia con armas de fuego en los Estados Unidos se han disparado en los últimos meses, con varios tiroteos masivos que han dejado decenas de personas muertas en todo el país. En respuesta, ha habido un aumento en la presión pública sobre los legisladores federales para que promulguen leyes más estrictas sobre el control de armas.

El estado de Texas es conocido por su postura pro-armas de fuego, y muchos de los manifestantes en el servicio de oración de la Iglesia Cottonwood Creek se preguntaron si la legislación estatal debería ser más estricta en términos de quién puede poseer armas de fuego y cómo se pueden adquirir.

Por otro lado, muchos otros se han opuesto firmemente a cualquier tipo de control de armas, argumentando que el derecho a poseer y portar armas está protegido por la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.

Independientemente de sus opiniones políticas, sin embargo, la mayoría de las personas en el servicio de oración del domingo parecían estar unidas en su dolor y su deseo de ofrecer consuelo y apoyo a las familias de las víctimas del tiroteo del centro comercial.