Al menos 25 centros de Planned Parenthood han anunciado su cierre en Estados Unidos después que entrara en vigor una disposición federal que suspende durante un año los reembolsos provenientes de Medicaid y Medicare.

La medida forma parte de la ley One Big Beautiful Bill Act, firmada el pasado 4 de julio por el presidente Donald Trump, un estatuto que está siendo impugnado en tribunales federales.

A pesar de la oposición, la medida ya se aplicó provisionalmente en algunas de las filiales de PP. “Estamos desconsolados e indignados de tener que cerrar cinco de nuestros centros de salud y eliminar tres servicios cruciales”, publicó la organización en su cuenta de Instagram.

También manifestaron que para ellos, la nueva disposición es “una prohibición encubierta del aborto en estados de libertad reproductiva”.

La reducción de operaciones fue anunciada en cinco centros ubicados al norte de California. También se confirmó cierres en Iowa, Michigan y Minnesota (cuatro en cada uno), Ohio y Utah (dos en cada uno), y uno en Vermont, Nueva York, Indiana y Texas.

La Federación Planned Parenthood de América advirtió a inicios de este mes que la medida podría forzar el cierre de cerca de 200 clínicas, lo que equivale aproximadamente al 60 % de sus centros en todo el país, y potencialmente a miles de vidas de bebes salvadas, según informó infocatólica.

Reacciones

La presidenta de Students for Life of America, Kristan Hawkins, celebró la noticia calificándola como “una victoria para los bebés en California”, subrayando que el estado es “un centro de abortos de último trimestre”.

Por su parte, Michael New, investigador del Charlotte Lozier Institute, resaltó que “no debería sorprender que Planned Parenthood esté respondiendo al corte de fondos federales cerrando algunas de sus instalaciones”. Según el, estos cierres representan “una victoria para el movimiento provida”.

“Los programas de anticoncepción y educación sexual de Planned Parenthood propician una cultura de promiscuidad que desemboca en un aumento del número de abortos”, aseveró.

Según el informe anual de julio de 2023 a junio de 2024 de Planned Parenthood, aproximadamente el 40 % de sus ingresos provinieron de fondos públicos, alcanzando los 800 millones de dólares, en su mayoría mediante reembolsos de Medicaid y Medicare.