La reconocida encuestadora Gallup publicó recientemente un informe sobre el respaldo de los estadounidenses al matrimonio homosexual y según los resultados, el apoyo republicano a estas uniones ha caído 14 puntos desde su máximo histórico en 2021 y 2022.

Los datos reflejan que hace 3 años, 55% de los conservadores afirmaron que las nupcias entre personas del mismo sexo deberían ser reconocidos por la ley como válidos, sin embargo, en la actualidad, esa cifra disminuyó a 41%.

Por su parte, 88% de los demócratas respaldan estas uniones, lo que evidencia una brecha de 47 puntos entre ambos partidos sobre este tema, la más grande desde que Gallup comenzó a rastrearla en 1996.

El informe también reveló que el 76% de los independientes y el 68% de todos los adultos estadounidenses encuestados respaldaron el derecho al matrimonio para las parejas del mismo sexo.

Una pregunta sobre si las relaciones homosexuales son moralmente aceptables o moralmente incorrectas, arrojó una tendencia política similar: el 86% de los demócratas, el 69% de los independientes y el 38% de los republicanos respondieron “moralmente aceptable”.

Support for same-sex marriage among Republicans has dropped 14 points in the last 3 years, per Gallup pic.twitter.com/mJEfHRARoG

— bryan metzger (@metzgov) May 29, 2025

¿Por qué está disminuyendo el apoyo?

Los resultados publicados por Gallup fueron analizados por Peter Wolfgang, presidente del Instituto Familiar de Acción de Connecticut y según el, la situación no se puede reducir solo a una visión partidista.

Para este autor, que escribe en el medio Catholic Culture, el apoyo de la Generación Z a las mencionadas uniones ha disminuido en los últimos años de manera drástica según fuentes consultadas. También citó diversas opiniones populares en la cultura norteamericana que se han propagado a nivel mundial.

“El matrimonio entre personas del mismo sexo se vendió bajo la premisa de que la felicidad personal es el mayor bien. Eso nunca fue cierto, pero fingir que lo es, tiene consecuencias terribles que apenas estamos empezando a experimentar y a aceptar” dice una de las citas.

También agregó otro argumento de un usuario en redes sociales: "Quizás introducir la pornografía gay y la ideología de género en las escuelas no fue tan buena idea... No tenía ni idea de que aceptar el matrimonio homosexual significaba tener que aceptar a hombres en el deporte femenino y a médicos que les extirparan los pechos a adolescentes".

Por otra parte, Wolfgang menciona como se propagaron después del matrimonio igualitario prácticas como las "horas de cuentos de drag queens" para niños pequeños en las bibliotecas públicas y luego esto se volvió impopular. 

Igualmente destacó la expresión peyorativa del “entrometido moralista”, que según el, es destinado generalmente a los religiosos, pero ahora, las personas ven de esa manera a muchos activistas LGBT.

“Francamente, no estoy seguro de cuán sólidas fueran las cifras anteriores, las que mostraban el apoyo al matrimonio igualitario en su apogeo. La gente temía perder su trabajo, sufrir algún otro castigo, ser expulsados de un pueblo en un tren si se oponían. Solo ahora, cuando los más valientes reaccionaron en contra, creando un 'cambio de ambiente ', más gente se sintió cómoda ' saliendo del clóset ', por así decirlo, y expresando su verdadera opinión sobre el matrimonio igualitario” comentó.

“Esa vieja pregunta: '¿Cómo te afecta que dos personas del mismo sexo se casen? '. La gente no podía responder a esa pregunta hace diez o veinte años. Ahora sí pueden responderla. Y no les gustan las respuestas” finalizó.