El padre de Sam Lilley, el piloto de avión que murió en el accidente ocurrido en Washington, D.C. el pasado miércoles, dice que su hijo era un cristiano devoto y que declaraba que su vida estaba “bien con Jesús”.

El día después de la fatal colisión cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan en el que se vieron involucrados un avión de American Airlines y un helicóptero del ejército de Estados Unidos, Tim Lilley dijo a News Nation que se sentía reconfortado por la fe cristiana de su hijo.

“Sam está con Jesús y sé a dónde va”, le dijo al presentador de este medio. “Solo necesitamos tiempo. Mi familia…  y muchas oraciones”. Según su familia, Sam estaba comprometido y se casaría pronto. Su padre lo describió como un hombre amable que ayudaba a los demás y que se sentía feliz.

Antes de comenzar su carrera en la aviación, Sam Lilley estudió marketing, pero se pasó a la aviación después de un breve tiempo en la fuerza laboral. Sam finalmente se unió a PSA Airlines, con sede en Charlotte, Carolina del Norte.

El accidente

Las autoridades informaron que el jet regional de American Airlines, operado por PSA Airlines, impactó con un helicóptero UH-60 Black Hawk en condiciones gélidas sobre el río Potomac.

Los equipos de emergencia han recuperado varios cuerpos y no esperan encontrar sobrevivientes entre las 64 personas que estaban en el jet y las tres que estaban en el helicóptero.

Describen el accidente como el más mortal en casi 24 años en Estados Unidos y dicen que las operaciones de rescate y recuperación comenzaron el jueves por la mañana.