La Iglesia Metodista Unida –con cerca de 6,5 millones de miembros en Estados Unidos y por lo menos la misma cifra en el extranjero– ha debatido desde hace tiempo su posición sobre las cuestiones de sexualidad ante la Biblia.

Aunque la UMC oficialmente etiqueta la práctica homosexual como pecado y no permite las bodas entre personas del mismo sexo, muchos líderes dentro de la denominación se han negado cumplir esta doctrina, implantando de hecho lo contrario. Esto ha llevado a muchas congregaciones a abandonar la denominación protestante principal.

Ante esto, miles de congregaciones de la Iglesia Metodista Unida (UMC, por sus siglas en inglés) han estado efectuando votaciones para determinar si se quedan o renuncian a una de las denominaciones más grandes de Estados Unidos, en medio de debates irresolubles en torno a la teología y la ideología de género; algo que se concreta en temas como la aprobación del matrimonio homosexual y la ordenación de clérigos abiertamente LGBTQ.

Sin embargo, la separación no sólo está afectando a las congregaciones. Está fragmentando directamente las bancas de cada templo, separando a personas que llevaban años compartiendo un lugar de culto.

La mayoría de las iglesias que han salido de la denominación están incorporándose a la “Iglesia Metodista Global” (GMC por sus siglas en inglés). LA GMC es teológicamente conservadora, y fue creada el año pasado.

La Iglesia Metodista Global también ofrece un “hogar metodista” conservador a las personas cuyas congregaciones van a quedarse en la UMC pero que quieren abandonar la deriva liberal que su congregación ha tomado.

Otras iglesias se han convertido en iglesias independientes o se han unido a distintas denominaciones evangélicas conservadoras.

Un cisma progresivo e imparable

Tras un tenso e inacabable debate por años, en el que no había un cambio de posturas, más de 3.500 congregaciones del país han recibido el permiso de sus conferencias locales para separarse de la UMC, según el propio Servicio de Noticias de la Iglesia Metodista Unida.

Con la temporada de asambleas anuales en marcha, las desafiliaciones se acercan a las 4.000 y podrían aumentar todavía más para fines de este año, dijo el reverendo Jay Therrell, presidente de la Asociación Wesleyan Covenant, un grupo conservador que (igual que la Iglesia Metodista Global) defiende y acoge las congregaciones que se separaron

La Asociación Wesleyan Covenant es una plataforma de 30.000 templos afiliados a la Iglesia Metodista Unida en Estados Unidos, pero que mantienen su autonomía respect a la UMC. Entre sus iglesias actuales se encuentran varias de las mayores congregaciones de la UMC que abandonaron a la denominación.

Otras iglesias divididas por la teología liberal

En años recientes, muchas denominaciones protestantes en los Estados Unidos y alrededor del mundo han enfrentado una crisis teológica que, en muchos casos, ha resultado en que las iglesias abandonen denominaciones y creen nuevos grupos.

En 2015, 34.000 iglesias abandonaron su compañerismo con la Iglesia Presbiteriana de EEUU (PCUSA) luego de su decisión de aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La Conferencia Menonita de Lancaster (LMC) se independizó en 2018. 180 iglesias y alrededor de 14 000 de los 79 000 miembros de iglesia de la Iglesia Menonita de EE.UU. abandonaron la denominación por la misma razón.

Un grupo de iglesias anglicanas en Brasil formó una nueva denominación después de dejar la Iglesia Episcopal Brasil debido a su “teología revisionista”.

Dentro de la comunión anglicana , también ha habido muchos conflictos en torno a temas LGTB, que se han agravado en los últimos años, particularmente cuando la Global Anglican Future Conference (Gafcon) confirmó que no reconocían a Justin elby como primado anglicano.