Aumenta el desprestigio pastoral

La reprobable conducta de unos pocos, a veces muy influyentes, afecta al conjunto por la tendencia de meter a todos en un mismo saco.

04 DE FEBRERO DE 2024 · 08:00

Elimende Inagella, Unsplash,pastor ministro, sacerdote clérigo
Elimende Inagella, Unsplash

Cada día son más los casos de escándalos de ministros cristianos que salen a la luz pública por causa de diversos pecados sociales (los llamamos ‘sociales’ porque involucran a terceras personas y generan escándalos que afectan la imagen de la iglesia en la sociedad), sabemos por la Biblia que en los tiempos cercanos al fin se levantarán líderes «con apariencia de piedad», pero que sus conductas distan mucho de la vida santa a la que estamos llamados los cristianos, más aquellos que ejercen alguno de los cinco dones ministeriales.

Desde mala administración y estafas, pasando por pecados sexuales, hasta la predicación de falsa doctrina, lo cual se puede resumir en la palabra ‘apostasía’, que es el abandono o renegación de la fe en Jesucristo, siendo esta la gran señal previa a la venida de Cristo por su Iglesia santa «sin mancha ni contaminación alguna».

Esta reprobada conducta de algunos, a veces muy influyentes ministros del evangelio, afecta a los demás ministros y a la iglesia en general, pues la tendencia de la gente es a generalizar y meter a todos en un mismo saco; lo cual no hacen con las religiones donde sus sacerdotes o clérigos están plagados de vicios y pecados, pero nunca se les oye generalizar; por ejemplo, si un sacerdote comete abuso sexual lo cambian de parroquia y se va a practicar sus pecados a otro lado, mientras que la iglesia cristiana los suspende de sus cargos mientras son restaurados.

En virtud de todo esto, queremos traer a colación algunas estadísticas recién publicadas por la empresa Gallup, donde se califican varias profesiones, entre ellas la pastoral, que muestra el creciente desprestigio de esta función ministerial en diferentes estratos de la sociedad norteamericana; que aunque la medición abarcó sólo a Estados Unidos, Latinoamérica no está muy lejos de este resultado estadístico.

La encuesta de Honestidad y Ética 2023 de Gallup encontró que las calificaciones de casi todas las profesiones medidas son más bajas que en los últimos años. Y unos pocos, incluidos los pastores, alcanzaron mínimos históricos.

  • La confianza en los pastores cayó por cuarto año consecutivo, llegando al 32 %, frente al 34 % del año pasado. El porcentaje que dice que los pastores tienen niveles altos o muy altos de honestidad y ética cayó por debajo de un tercio de los estadounidenses, por primera vez en la historia de esta respetada encuestadora.
  • Menos de la mitad (45 %) cree que los pastores tienen estándares promedio de honestidad y ética, mientras que 1 de cada 5 (20 %) dice que esos estándares son bajos o muy bajos.
  • De las 22 profesiones evaluadas tanto en 2019 como en 2023, los roles menos confiables incluyen oficiales de policía (45 %), maestros universitarios (42 %), psiquiatras (36 %), quiroprácticos (33 %) y pastores (32 %); los miembros del Congreso de EE.UU. (6 %), es la profesión peor clasificada, por motivos obvios. Aun así, los pastores ocupan un lugar más alto que otras 12 profesiones incluidas en la encuesta de 2023.

Anteriormente, una amplia mayoría de los estadounidenses tenía a los pastores en la más alta estima. En 1985, el 67 % de los estadounidenses calificaron a los pastores como altos o muy altos en honestidad y ética. Después de caer un poco a finales de la década de 1980, las calificaciones de los pastores se mantuvieron claramente por encima del 50 % durante la década de 1990, incluso volviendo a subir al 64 % después del ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001.

Sin embargo, a principios de 2002, The Boston Globe informó sobre el escándalo de abuso sexual que involucraba a sacerdotes católicos romanos y los encubrimientos posteriores. En los años siguientes, se expusieron informes adicionales de abuso sexual en otras denominaciones y grupos cristianos. La percepción pública de los pastores comenzó a ir en picada.

La calificación de los pastores ha disminuido cada año desde 2012. Los últimos tres años han sido cada uno de los más bajos hasta ese momento, alcanzando mínimos históricos en 2023.

Respecto al aumento general de la desconfianza, algunos grupos demográficos tienen menos confianza en los pastores que otros: Las mujeres (31 %) son menos propensas que los hombres (34 %) a calificar altamente la confiabilidad de los pastores. Los estadounidenses no blancos (25 %) confían menos en los pastores que los estadounidenses blancos (37 %).

Los políticos independientes (26 %) ven la honestidad de los pastores de manera menos favorable que los demócratas (36 %) o los republicanos (38 %).

Estos resultados y muchas otras aristas de la encuesta de Honestidad y Ética 2023 de Gallup que no publicamos por motivos de espacio, en lo que respecta al oficio pastoral, nos muestra la caída en la confianza de las personas en quienes desempeñan el ministerio cristiano por causa de los abusos, excesos, errores, falsedades doctrinales, inmoralidad sexual, entre otros graves pecados.

Estas bochornosas estadísticas acerca de la conducta ministerial demuestran que estamos en el tiempo profético del fin, lo cual significa un no retorno que llevará a una progresiva y mayor decadencia moral y doctrinal entre quienes profesan la fe en Cristo; pero lo peor está en lo que expresa la Biblia: «tal el sacerdote/ministro tal el pueblo».

Es prudente traer a colación la advertencia del apóstol Pablo a su discípulo Timoteo y a nosotros: «Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan» (1ª Timoteo 4:14). Si no cuidamos de predicar la sana doctrina y vivirla al pie de la letra, entonces arrastraremos a la condenación tras de nosotros a quienes nos escuchan, principalmente a quienes pastoreamos.

Bien lo advirtió nuestro Señor: «Porque aquel siervo que entendió la voluntad de su señor y no se preparó ni hizo conforme a su voluntad recibirá muchos azotes. Pero el que no entendió, aunque hizo cosas dignas de azotes, recibirá pocos azotes. Porque de todo aquel a quien le ha sido dado mucho, mucho se demandará de él; y de aquel a quien confiaron mucho, se le pedirá más» (Lucas 12:47-48).

Y cerramos recordándole a los ministros que en vez de ser ejemplo más bien sirven de tropiezo a quienes los ven y escuchan, que el Señor prefiere la muerte de los tales antes de dañar a quienes se les encomendó rescatar de la perdición:

«Pero cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino que mueve un asno, y lo hundieran en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por las piedras de tropiezo! Porque es inevitable que vengan las piedras de tropiezo, pero ¡ay del hombre por quien viene la piedra de tropiezo!» (Mateo 18:6-7).

¡El Señor nos ayude a ser de bendición y no de tropiezo, a recoger con Él y no desparramar el fruto de su muerte en la cruz!

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Clarinada venezolana - Aumenta el desprestigio pastoral